viernes, 22 de febrero de 2013

22 de febrero

A veces, darle a alguien una segunda oportunidad es como darle una segunda bala para su pistola porque ha fallado el primer disparo.
Se dice que las personas nunca cambian, son así, por mucho que prometan cielos y paraísos, bombones y flores. Y estoy de acuerdo.
También hay personas que juran que las segundas partes nunca fueron buenas. Y en esto, ahora puedo discrepar.


No voy a dar una segunda bala, la primera nunca fue disparada.



jueves, 14 de febrero de 2013

Destruyamos ese iceberg

"No consigo escribir. La mente se me nubla.
Se habrá escondido esa a la que llaman musa, la he buscado en los bares, pero no aparece. Debe de estar solicitada en estas fechas.
                      Mi poeta se habrá esfumado.
Escribo, y luego lo borro. Vuelvo a escribir. Me gusta. No me gusta. Es demasiado cursi o demasiado triste. Me abruma el pensamiento de que, tal vez, tengan razón y haya cambiado, me haya convertido en una de esas personas a las que criticaba.
"Que uno no se enamora porque sí, que eso se hace como el tiempo, que no todo cambia tan rápido". Que tiene un nosequé que qué se yo, que sonríe y me vuelvo loca.

Que cupido hace siempre de las suyas y habrá que regalarle, de una vez por todas, unas clases de tiro. Que San Valentín es solo un día, y el amor (y la amistad) también pueden demostrarse los 364 restantes.
Y la gente parece no entenderlo."

Y entonces sonríes y murmuras:
"Y ahora que hemos roto el hielo: ¿Como te llamas?"
Y me invitas a una copa. Y yo también sonrío.


Y aunque no sea de celebrar estas fechas: Feliz San Valentín 
(O San Solterín, para los más modernos)

domingo, 3 de febrero de 2013

This slope is treacherous

Recuerdo que cuando entré en la habitación estaba sonando nuestra canción favorita. Mi cuaderno estaba sobre la cama, aún abierto, esperando a que me decidiese a seguir escribiendo. Las hojas que había arrancado seguían aún en el suelo.
Suspiré. Y tú, sin precedente, me abrazaste.
"Parece que te has enfadado" murmuraste, sin poder reprimir esa media sonrisa, mirando el huracán que parecía haber pasado por mi habitación, el montón de ropa al final de mi cama y el confeti que había improvisado. "Me he perdido" susurré, y la voz se me quebró.
Me miraste, con esa mirada que lo decía todo. "No me encuentro. No se donde ha quedado todo", expliqué. "Me he perdido" repetí, y me tumbé sobre la cama.

Te tumbaste a mi lado. No sabría decir cuanto tiempo estuvimos así.
"Si te has perdido, solo tienes que encontrarte" murmuraste, rompiendo el hilo de mis pensamientos, pero no respondí. Te levantaste, de nuevo, y rebuscaste en mis cajones.
Me lanzaste un mapa y los trozos de aquello que había destruido, esas pequeñas partes de mi.
"Vamos a buscarte" concluiste, y me sorprendió mi propia voz pidiéndote que te quedases.


"Put your lips close to mine, as long as they don't touch.
Out of focus, eye to eye, 'til the gravity's too much"