martes, 5 de enero de 2016

(Des)propósitos de año nuevo

Nunca se me ha dado bien escribir una lista de deseos para el próximo año, aunque la salud nunca ha faltado en mis propósitos.
No he conseguido calmar mi carácter, sigo siendo tan ambiciosa, cabezota e inconformista como en estos últimos 21 años, y no creo que sea algo malo. Son aspectos que me caracterizan, y ello no implica que no sea considerada y atenta.
He intentado convertirme en una mejor versión de mi misma. Y no estoy muy segura de haberlo conseguido en todos los aspectos.

A veces pienso en todas las oportunidades que dejamos pasar, en todos aquellos aspectos que deberíamos reprocharnos. Y hoy por hoy no soy capaz de reprocharme nada. Todo ha ocurrido por una razón, y si en su día tomé una decisión determinada, fue porque la consideré correcta.

Este año ha estado teñido de cambios (como todos, supongo) que han cambiado mi vida de forma interna, y la de las personas que más me importan.
Algunas personas me han definido como "fría", mientras que otras han dicho que siempre he sido de demostrar el afecto y cariño que tengo por la gente.
Es cómico como personas que creen conocerte te definen de formas tan distintas. Supongo que porque no conocen todas tus facetas, o porque creen conocerte sin dar tiempo a que quieras dejarte conocer.
Me he equivocado (y lo repito para demostrar que no lo escondo ni me avergüenzo de ello), al igual que todos. 
Me ha dado un vuelco el corazón por razones que consideraba absurdas, haciéndome comprender a mi misma que algo/alguien me importaba más de lo que creía.
He llorado por razones difíciles de explicar, y he reído en todos aquellos momentos en que mi cuerpo me lo ha pedido. Me he enamorado de lugares mágicos que, desde ese momento, formarán parte de mis recuerdos; y me he reenamorado de lugares que ya había conocido y de citas que ya había leído.
He sonreído a personas aleatorias en la calle esperando, de algún modo, contribuir a que su día fuese mejor.
He extrañado a personas que están lejos de mi, y no tengo intención de dejar de hacerlo.
He crecido como persona, supongo. Cambiando parte de mi, pero siendo la misma persona.

He demostrado que soy incapaz de hacer una lista de propósitos de año nuevo, porque prefiero no hacer promesas que deba obligarme a cumplir, y porque la mayoría de nosotros seguimos creciendo como personas a pesar de cometer errores, siempre que sigamos luchando por aquello que queremos. Y eso es lo que importa.


Eso sí, salud que no falte.