domingo, 21 de febrero de 2016

Camouflage

Claro que ya no somos los mismos.
El tiempo y la distancia han hecho de las suyas: nos han convertido en personas distintas con futuros separados y una historia en común. 
Nos han observado seguir caminos distintos, fracasar en algunos intentos y crecer con la mayoría de decisiones.

Y supongo que siempre es la misma historia. Te conviertes en un desconocido para alguien a quien conoces perfectamente. Porque su esencia no cambia, ni sus miedos, ni sus valores, pero te conviertes en un extraño (y a pesar de tener miles de cosas por decir, finges que nada importa).

Claro que los reencuentros son difíciles. Te obligan a afrontar situaciones arduas o frías. Te hacen recordar todo aquello que debería haber sido distinto. Te sorprendes a ti mismo pensando en como puedes sentir frío en los brazos que una vez te aportaron calor, en como ha desaparecido la confianza. Esa es la idea, justificarte en la distancia.

Claro que ya no somos los mismos, pero en ocasiones no puedo evitar pensar en lo que fue y no pudo, y en todo lo que podría haber sido.


(JP)


"La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, 
los de entonces, 
ya no somos los mismos".