sábado, 23 de abril de 2016

Abril

Y quizá podamos recorrer mil calles esta noche.
Sonreir a desconocidos.
Superar nuestro récord en chupitos de tequila.
Recordar aquellas veces en que el alcohol hizo que nos resultase difícil caminar. O como nuestras risas tampoco ayudaban a la situación.
Puede que las cosas hayan cambiado, e incluso que hayamos cambiado nosotros (porque todos lo hacemos, eso no puede negarse). Pero siempre quedarán en nuestras mentes esas noches interminables, esos días inolvidables, esas llamadas por el solo hecho de escucharnos la voz, esas lágrimas causadas por la risa y esas carcajadas que se iniciaron en un llanto.
Y siempre nos quedarán nuestras quinientas formas de revivirlo.

Esta copa va por ti, cariño, y por todas las que nos quedan por compartir.



No escribí el 17 de abril y no tengo excusa para ello, pero creo que es hora de crear nuevas fechas para recordar (y de dejar de odiar el mes de abril, aunque sea un poquito).

domingo, 3 de abril de 2016

3 de abril de 2016

No tenían demasiadas en común, por no decir que rara vez se ponían de acuerdo en algo.
Sus edades no coincidían, ni tampoco sus gustos musicales. Les costaba tener una misma opinión sobre algo, a pesar de intentar entender sus posiciones constantemente.
Él creía en los siempres, pero ella rara vez había conocido alguno.
Ella quería ser poeta, sin saber que en el fondo ella era un poema, y él encajaba en su vida como la rima perfecta.
Sus manos parecían haber sido hechas como piezas exactas para encajar una con otra, con los dedos enlazados y mirando hacia la misma dirección.
Un día él le preguntó: "Y nosotros, ¿qué somos?". "Un desastre", respondió, sonriente, "una mezcla dulce y desastrosa".

Cualquiera en su sano juicio se hubiese vuelto loco por ella.